≈ LA CATEDRAL ≈

Nave del Evangelio

La capilla del Santo Cristo del Milagro conserva la estructura gótica original del siglo XIV. Anteriormente estuvo dedicada a Santo Domingo de Guzmán. El retablo actual es obra barroca realizada en jaspes por Juan Francisco de Villanova hacia a principios del siglo XVIII. En la hornacina central encontramos la imagen del Cristo del Milagro, anónimo de finales del siglo XI. A sus pies la figura de un gallo en recuerdo del milagro obrado por el Cristo y una estatua en actitud orante del deán Antonio Meléndez de Gumiel que costeó el anterior retablo que hubo en la capilla. En el centro del banco se puede contemplar una imagen de Cristo yacente y en el ático escultura en alabastro de santo Domingo de Guzmán flanqueada por dos ángeles.

La capilla de San Pedro de Osma está situada en el hastial norte del brazo del transepto y fue edificada a mediados siglo XVI sobre el piso superior de la antigua sala capitular del claustro, por lo que, para su acceso, se construyó una monumental escalera de estilo plateresco. Para la elaboración de la escalera, trabajaron muchos artistas, por lo que es difícil atribuir la autoría a uno concreto. Tras haber permanecido en distintos espacios de la catedral, finalmente se trasladaron a esta capilla las reliquias de San Pedro de Osma.

La capilla de la resurrección anteriormente estaba dedicada a la Visitación y está situada junto a la puerta de salida al claustro. El retablo barroco es obra de Francisco Forcada de mediados del siglo XVIII y está centrado por la figura de Cristo Resucitado efectuado por Juan de Juni en torno a 1770.

La capilla de San Agustín anteriormente estaba dedicada a San Bartolomé. Su retablo barroco fue realizado en torno a 1741 por el maestro Francisco Forcada Delicado. En su centro se halla una efigie de San Agustín de Hipona flanqueada por una imagen de Santo Tomás de Villanueva, a la izquierda y San Jerónimo de Estridón, a la derecha. En el ático la escultura de san Bartolomé, antiguo titular de la capilla.

La capilla de Santo Domingo de Guzmán estuvo dedicada con anterioridad a San Ildefonso de Toledo. También ha sido conocida como capilla de las reliquias. El retablo es obra de Luigi Bernasconi de finales del siglo XVIII y está presidido por la imagen de santo Domingo de Guzmán de principios del siglo XVIII cuyo recuerdo es omnipresente en muchos rincones de la catedral ya que nació en las cercanías de Osma (Caleruega) y fue canónigo de esta catedral.

La capilla de la Virgen de la Soledad está habilitada como punto de información para los visitantes. La imagen de la Soledad fue trasladada a la capilla de Santo Domingo.