≈ LA CATEDRAL ≈

Capilla del Beato Juan de Palafox

También llamada de la Inmaculada, cumple con la función de capilla sacramental. Sin duda es uno de los espacios más singulares de la catedral. Está situada en el vértice de la girola, detrás de la Capilla Mayor. Su diseño neoclásico de finales del siglo XVIII se debe a los arquitectos Juan de Villanueva y Francesco Sabatini. La capilla es de planta circular y se cubre con una gran cúpula semicircular con linterna. La decoración interior se resuelve con guirnaldas, colgantes, florones etc. El espacio se distribuye en vestíbulo de acceso, sacristía, camarín y dos altares laterales y el altar mayor que encabeza la estancia.

El Altar Mayor está frente a la entrada de la capilla y presenta un retablo neoclásico presidido por una imagen de la Inmaculada Concepción, realizada en 1785 por Roberto Michel y fue regalada por el rey Carlos III, que además concedió la dignidad de “capilla real”. Las cuatro esculturas de las hornacinas de la rotonda representan a las virtudes cardinales: la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza, obras del escultor Miguel Gutiérrez. Los altares laterales están dedicados a santo Domingo de Guzmán y a san Pedro de Alcántara y las esculturas de sus titulares fueron realizadas por Alfonso Giraldo Bergaz. Los frescos del presbiterio están realizados por Mariano Salvador Maella Pérez.


La capilla está dedicada a la memoria del obispo de El Burgo de Osma, Juan de Palafox y Mendoza. El rey Carlos III fue uno de los impulsores de la promoción de canonización del venerable Palafox ya que poseía gran fama de santidad. La capilla fue edificada ante la certeza que el obispo iba a ser elevado a los altares, finalmente esto sucedió el año 2011, por el papa Benedicto XVI.