Nave de la Epístola

La capilla de Santiago está situada a los pies del templo y data de mediados del siglo XVI. Está rematada hacia el exterior del templo en forma de ábside semicircular. Fue sufragada por prior Pedro Sarmiento. La capilla se cubre con una bóveda estrellada adornada con combados y pinjantes. El retablo es obra de Francisco Forcada (1742) y lo preside una pintura que representa a Santiago en la Batalla de Clavijo.

La capilla de la santa Cruz posee un magnífico retablo barroco churrigueresco realizado en 1694 por Mateo Gómez de los Helgueros y Adrián Gómez y dorado por Andrés Fuertes, dorador de Sigüenza. En el centro del segundo piso hay una representación en lienzo de Santa Elena y la Invención de la Santa Cruz, flanqueado por un lienzo de Santo Domingo de Guzmán y Santo Tomás de Aquino. Las tres obras son del pintor vallisoletano Diego Díez Ferreras (1694).

La capilla de Santa Teresa, anteriormente llamada de San Antonio, contiene un retablo barroco churrigueresco atribuido a Domingo Romero. Centra el retablo una talla de Santa Teresa de principios del siglo XVII, de autor anónimo y estilo napolitano. En el tabernáculo podemos encontrar una magnífica escultura de San Antonio de Padua del siglo XVIII, de Tomás de Sierra.

La capilla de la Virgen del Rosario, antes dedicada a Santa Ana, está situada junto a la puerta sur. Encabezada por un retablo churrigueresco de principios del siglo XVII, obra de Domingo Romero y dorado por Tomás de la Serna. En el centro de la predela y bajo dosel encontramos una talla anónima de la Virgen del Rosario, que da nombre a la capilla. En el centro del piso superior se ubica una imagen de la Virgen María con el Niño, flanqueada por dos hornacinas, con la escultura de san Pascual Bailón a la izquierda y de san Pedro Regalado a la derecha. Realizadas por Domingo Romero, junto con la imagen de Santa Ana acompañada por cuatro ángeles del ático.

La capilla de la Virgen del Espino, patrona de El Burgo de Osma, está cerrada con una magnífica cúpula semiesférica con linterna apoyada sobre pechinas en las que se colocaron esculturas de los tres arcángeles y el Ángel de la guarda. En hornacinas abiertas en el tambor de la cúpula encontramos cuatro tallas de Santo Domingo de Guzmán, Santo Tomás de Villanueva, San Vicente Ferrer y otro santo no identificado. El retablo enmarca un frontispicio en cuyo nicho central se encuentra el camarín que alberga la talla gótica del siglo XIV de autor anónimo de la Virgen del Espino. En el banco encontramos pinturas relacionadas con la aparición de la Virgen en el Espinar y la traslación de su imagen. El resto de las pinturas del retablo son escenas de temática mariana.