Coro y trascoro

Frente a la Capilla Mayor se presenta el coro, cerrado por una reja de Juan Francés (1505). La sillería es obra de Sebastián Fernández realizada en madera de nogal, en 1588, y formada por 71 sitiales en dos órdenes de asientos. Se conserva la silla que ocupó Santo Domingo de Guzmán como canónigo que fue de esta catedral. En la silla episcopal figura el escudo del obispo Francisco Tello de Sandoval. A ambos lados del coro, dos órganos, el situado en el lado de la Epístola es obra del maestro organero Quintín de Mayo realizado entre 1642 y 1651, mientras que el órgano del lado del Evangelio es obra de Esteban de San Juan (organero) y Lorenzo Forcada (caja) de 1788.

El trascoro, conocido como altar de San Miguel, posee un retablo renacentista castellano dorado y policromado de mediados del siglo XVI. En él se aprecia la heráldica del obispo Pedro Álvarez de Acosta, principal benefactor de esta obra. El retablo está formado por un basamento de piedra y un solo cuerpo dividido en siete calles separadas por columnas renacentistas y frontón triangular superior coronado por una imagen de Dios Padre Eterno. En el centro del basamento encontramos una imagen de Santa María Magdalena penitente flanqueada por la heráldica episcopal de Pedro Álvarez de Acosta sostenidos por figuras ginomorfas.

En la calle central del cuerpo principal se presenta una portentosa escultura del titular del retablo, San Miguel Arcángel en posición de defensa sobre dos demonios. A ambos lados se hallan San Blas de Sebaste y San Nicolás de Bari. Flanqueando éstos, bajorrelieves de san Cosme y san Damián. En las calles de los extremos bajorrelieves de San Jorge a caballo luchando contra el dragón (izquierda) y Santiago matamoros a lomos de su caballo (derecha). Sobre estos últimos cuatro personajes, hay medallones con las figuras de los cuatro evangelistas con sus tetramorfos.